La cadena departamental mexicana, Liverpool, adquirió una deuda de 750 millones de dólares para tener los fondos necesarios para hacerse de al menos el 25,5 % de la chilena Ripley, y para pagar parte de las 119 tiendas de Suburbia que acordó comprar a Walmart México en agosto pasado.
“Liverpool utilizará los recursos derivados de la colocación de las notas senior (deuda) para fines corporativos generales, incluyendo el financiamiento de gastos de capital y para financiar una parte del precio de compra de las adquisiciones”, figura en un documento enviado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de México.
Hasta el momento, en Liverpool no se han abierto a la posibilidad de mejorar la oferta por las acciones de Ripley y, por ello, los accionistas minoritarios están atentos a las novedades del proceso. Sin embargo, la familia Calderón Kohon (que poseen el 12 % de la propiedad de Ripley), quiere que la oferta anunciada sea mejorada y posiblemente no concurran a la oferta pública de adquisición (OPA).
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No obstante, la familia Calderón Volochinsky (que controlan el 53 % de Ripley) está estudiando la posibilidad de vender hasta el 2,9 % del retailer, con finalidad que no fracase la OPA del grupo mexicano, que necesita un mínimo de 25,5% para ser considerada exitosa.
Por ahora, Liverpool está esperando obtener la autorización de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) de Chile para adquirir en forma indirecta más de un 10 % de las acciones emitidas por Banco Ripley, y según fuentes que conocen el proceso, ello ocurriría próximamente.
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