La mejora de la tecnología espacial durante los últimos años ha traído consigo noticias prometedoras: en apenas 15 años el número de países que han adoptado la teledetección y/o inventarios sobre el terreno se ha duplicado y, a día de hoy, la mayor parte de los bosques del planeta están siendo controlados con al menos uno de esos 2 sistemas.
El uso de plataformas para monitoreo forestal tiene un objetivo claro: paliar las pérdidas de terreno forestal a nivel mundial y mitigar los efectos del cambio climático, favorecido por técnicas como la deforestación o la tala ilegal.
Directrices para la monitorización de bosques a nivel nacional
Los bosques juegan un papel fundamental en la vida en la Tierra y la lucha contra el cambio climático al mitigar hasta el 30% de los gases de efecto invernadero emitidos a nivel mundial, además de otras actividades como absorber el carbono atmosférico o mejorar las características del suelo forestal. Por ello, garantizar su bienestar y hacer un buen uso de ellos es tan importante.
Además del simple hecho de monitorizar el bosque, y para garantizar cohesión entre todos los países, en 2017 la ONU puso en marcha las Directrices Voluntarias de Monitorización Forestal Nacional (VGNFM, por sus siglas en inglés) para proporcionar una base respecto a los principios, prácticas e implementación del Sistema Nacional de Monitorización Forestal (NFMS, por sus siglas en inglés). Dicho sistema busca establecer marcos institucionales y jurídicos en las políticas de gestión nacional de los bosques, así como garantizar la sostenibilidad del sistema e informar con transparencia sobre el proceso de la toma de decisiones a los ciudadanos y otras partes interesadas.
Incremento de la capacidad de monitorización forestal
La monitorización de los bosques no es algo nuevo, pues la evaluación periódica de los recursos forestales se lleva realizando más de 70 años. Sin embargo, el avance tecnológico y la democratización del uso de datos de teledetección han convertido este ejercicio en algo más accesible y, al mismo tiempo, más complejo debido a la gran cantidad de datos recogidos. Una de las principales ventajas de este avance es la capacidad de poder comparar con relativa sencillez los cambios en el ecosistema del bosque a lo largo de los años, gracias al uso de datos históricos.
Este nuevo enfoque ha hecho que la monitorización mejore especialmente en los países de la franja tropical, donde no solo se controlan más zonas de bosque, sino que también se controlan de una forma más eficiente. Todos estos cambios a mejor persiguen el contribuir con el cumplimiento del Acuerdo de París de la ONU, evitando que la temperatura media global aumente entre 1 y 2º C de forma anual. Asimismo, los acuerdos de desarrollo sostenible en 2014 y el sistema de pagos REDD+ permite a aquellos que se comprometan a una gestión correcta de los bosques a obtener beneficios y acceso a los mejores datos de teledetección posibles.
Parcela de Investigación de la Ecología Forestal (FERP) de la UC Santa Cruz
Un estudio realizado por los estudiantes de la Universidad de California en Santa Cruz en la Parcela de Investigación de la Ecología Forestal arroja luz y permite comprender de forma más clara como el cambio climático afecta a los bosques y como la monitorización por satélite puede ayudar a corregirlo. Se monitorizaron bosques durante largos periodos de tiempo en toda Norteamérica para documentar todos los cambios que se producían.
Una de las principales conclusiones que se extraen del estudio es que en la Costa oeste la producción de semillas es menor debido a los árboles viejos y grandes, mientras que en la Costa este pasa justo lo contrario. La producción de semillas disminuye con el paso del tiempo, sumado a la mayor temperatura de la zona oeste trae consigo estos problemas, mientras que en el este el aumento de la temperatura no es tan crítico pues es una zona menos cálida y con masas forestales más jóvenes en general.
Gracias a los datos recogidos por los estudiantes, se está adoptando nuevas formas de gestión forestal que combata estos problemas creados por el cambio climático. También se esperan cambios en la producción de flores y algunos frutos respecto a las épocas en las que se realizaba anteriormente.