Una situación inusual se está produciendo en el comercio minorista de Estados Unidos. Pese a que el consumidor está emigrando hacia el comercio electrónico, la cadena de cafeterías Starbucks acaba de cerrar su tienda de ventas online.
La compañía norteamericana, que puso fin a su negocio online el pasado domingo, explicó que los estadounidenses ya no pueden pedir cafés desde sus computadoras o smartphones y deben ir necesariamente a los locales de Starbucks.
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Ante ese escenario, la portavoz de Starbucks, Maggie Jantzen, indicó que la decisión de cerrar la tienda online es parte de un empuje para “simplificar” los canales de ventas de la compañía. “Estamos invirtiendo en la ampliación de Starbucks como un destino de visita obligada y también estamos mirando a través de nuestra cartera para tomar decisiones disciplinadas y reflexivas”, sostuvo Jantzen en una entrevista para el diario The New York Times.
La decisión de Starbucks difiere de la de otras cadenas de comerciales que buscan ganar espacio en Internet para frenar el descenso de sus ventas y seducir a los “Millenials”, las personas de entre 17 y 35 años que esencialmente compran en línea.
En tanto, el director general de la compañía, Kevin Johnson, precisó que con respecto a los ingresos más recientes de Starbucks están experimentando un “cambio sísmico” en la venta minorista. Para sobrevivir, el ejecutivo dijo que los comerciantes necesitan crear experiencias únicas y disruptivas en sus tiendas.
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Por su parte, Howard Schultz, presidente de Starbucks, indicó que hace unos meses antes se había acortado las ventas digitales. “Cada minorista que va a ganar en este nuevo entorno debe convertirse en un destino experiencial”, dijo Schultz a los inversionistas en abril. “Sus productos y servicios, en su mayor parte, no pueden estar disponibles en línea y no pueden estar disponibles en Amazon”.
El auge de las compras en la red ha generado el cierre de miles locales comerciales de Estados Unidos y una menor concurrencia a los centros comerciales (malls). En julio, por ejemplo, cerró unas 400 tiendas de la marca Teavana que estaban instaladas en malls y daban pobres resultados.
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