El gigante japonés Toyota anunció hace unos días que evaluará subir de precios sus automóviles. Ello en respuesta al elevado costo de producción que supone fabricar una unidad, en medio de una crisis de conductores y chips, así como las regulaciones sobre vehículos eléctricos.
Producto de la pandemia y el recorte de aprovisionamiento en el mundo, la escasez de insumos ha aumentado notablemente, sobretodo en los componentes electrónicos. Ahora que las compañías como Toyota están encaminadas hacia la electrificación, la necesidad de estos dispositivos es aún mayor.
Sumado a lo anterior, se encuentra la propia crisis energética. Ya Europa ha decretado que para 2035 todos los vehículos que transiten en sus tierras deberán ser eléctricos, lo que suma un objetivo bastante importante y duro para la empresa.
Asimismo, dicho conflicto se ha trasladado al Este de Europa, donde se está exigiendo un control al mínimo detalle del gasto de energía. Esto ha provocado que el fabricante japonés revise sus precios en dicho continente y en Estados Unidos, tomando medidas que involucran la subida de precios en dichas zonas del mundo.
“Realmente nos estamos devanando los sesos tratando de encontrar el nivel de precios apropiado”, afirmó Jun Nagata, director de comunicaciones de Toyota. Cabe mencionar que, en lo que va del año, la compañía ya ha subido hasta dos veces el precio de sus vehículos en Europa.
Subida de precios es inminente en Toyota
“Nos gustaría mantener esa imagen general del vehículo y la relación de precios”, apuntó Nagata. Pero la situación es adversa, ya que la empresa está estimando terminar el año fiscal (31 de marzo de 2023) con medio millón de unidades fabricadas menos (de los 9,7 millones previstas) para intentar compensar su situación.
El aumento de costes a nivel mundial de la marca es de más de US$ 2.000 millones, solo entre julio y septiembre pasado. Si en el último trimestre del 2022 continúa esta escalada, se arruinarían las previsiones de ganancias anuales.
En ese sentido, cada división de la empresa japonesa está revisando la forma más adecuada para aumentar los precios de venta en Europa y Estados Unidos.
Una solución que está en evaluación es aumentar la frecuencia de los saltos de precios. Otra alternativa, que recientemente está siendo utilizada por muchos fabricantes de automóviles, incluido Toyota, consiste en abandonar los modelos básicos de autos: significa perder el producto con menor margen de beneficio económico, permitiendo aumentar efectivamente el precio de entrada.
Por ejemplo, España parece parece particularmente sensible ante la inestabilidad de la economía y por el hecho de que Toyota se sitúa mes tras mes como una de las compañías más populares. Sus híbridos de acceso: Toyota Yaris, Toyota Yaris Cross y Toyota CH-R suelen ocupar los primeros puestos en el mercado de híbridos.
Actualmente un Yaris Cross, un B-SUV, tiene un precio mínimo superior a los 25.000 euros (paridad con el dólar). El CH-R supera la barrera de los 28.000, y el Yaris más barato es el único disponible por debajo de los 20.000 euros. Pronto conoceremos las nuevas cotizaciones, aunque no sería nada extraño pensar en un aumento aproximado de 2.000 euros por unidad.