Las entidades bancarias, financieras y compañías especializadas en comercio detallista (retail) lideran la demanda de servicios de tecnologías de la información (TI), Business Process Outsourcing (BPO) y consultoría, indicó hoy la empresa Tata Consultancy Services (TCS).
“La industria bancaria y financiera son las que más utilizan la tecnología, pero seguidamente se ubica las empresas del mundo retail porque ya trabajan mezclando al tema financiero, mediante las tarjetas de crédito”, indicó el gerente de TCS para Perú, Chile y Ecuador, Alejandro Valenzuela.
Subrayó que TCS, que pertenece al conglomerado privado de negocios más grande de la India el grupo Tata, recientemente ha concretado su ingreso al mercado peruano con la apertura de una oficina en Lima.
TCS es una de las diez mejores empresas de servicios de TI en el mundo, y generó una facturación consolidada de 6,300 millones de dólares en el año fiscal que finalizó el 31 de marzo del 2010.
“Más o menos el 50 por ciento de nuestras ventas a nivel mundial y Latinoamérica son para la industria financiera”, puntualizó.
Indicó que hay otros sectores productivos en Perú que tienen mucho potencial para usar este tipo de tecnologías, como el hotelero, y en Europa y Estados Unidos es un mercado creciente.
Valenzuela comentó que la inversión al año que hacen las empresas en servicios de TI, así como en BPO y consultorías, depende de sus niveles de facturación.
También varían de acuerdo al tipo de industria y estas inversiones pueden ir entre dos y diez por ciento de sus ventas, manifestó.
Sostuvo que la mayoría de las compañías de los sectores mencionados tercerizan sus servicios pues se dan cuenta que la utilización de este sistema hace más eficiente sus operaciones y también les significa un gran ahorro de costos.
De otro lado, proyectó que el mercado de outsourcing de servicios de TI en Perú crecería entre un ocho y diez por ciento este año.
El outsourcing de TI es una práctica cada vez más utilizada por las empresas ya que proporciona una reducción de costos, búsqueda de innovación, infraestructura rentable, tecnología de punta, y mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios tecnológicos que impulsa el mercado.