El Perú es el segundo mayor productor de cobre en el mundo; pero también se distingue, por sus productos no tradicionales, uno de ellos: el espárrago.
La hortaliza peruana inició su cultivo en 1985 y se convirtió en el primer gran producto agrícola peruano de exportación no tradicional. Sin embargo, en los últimos años, muchas empresas han dejado de exportarlo, lo que ocasiona un desbalance bastante importante en el mercado.
Según estimaciones de Fresh Fruit, solo en el 2019, 30 empresas de un total de 88, dejaron de exportar el producto.
EXPORTACIÓN DEL ESPÁRRAGO EN 2019
A pesar de varios factores, el prócer de las agroexportaciones no tradicionales tuvo un año positivo, con envíos más estables y un 5% más en ventas.
Al cierre de 2019, las exportaciones de espárrago fresco ascendieron a 131.351 toneladas por US$396 millones. En comparación con el 2018, los envíos de esta hortaliza apenas crecieron 1% en volumen y 5% en valor.
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Con este resultado, el espárrago se convirtió en el quinto producto agrícola de exportación más importante del Perú, lejos del segundo lugar del top que mantuvo hasta el 2012, cuando empezó a ser desplazado por otros productos, como la uva.
Para PromPerú, el año pasado se habría logrado recuperar el primer lugar como proveedor mundial de este producto, dejando relegado a México, país con el que se disputa el liderazgo global.
DESTINOS DE LA EXPORTACIÓN DE ESPÁRRAGOS
En el 2019, más del 90% de sus exportaciones se concentró en cuatro destinos: Estados Unidos, España, los Países Bajos y el Reino Unido.
El país norteamericano se mantuvo como el principal destino del espárrago peruano con 69% de participación.
Así también, los envíos a ese mercado sumaron 90.879 toneladas por US$249.6 millones. Si bien el volumen se mantuvo, el monto exportado creció 9% respecto del 2018.
Respecto a precios, la hortaliza peruana se cotizó en US$2.71 el kilo, 32% más que el obtenido por el espárrago mexicano.
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Por su parte España desplazó por primera vez a los Países Bajos y se convirtió en el segundo destino de la hortaliza peruana, con 8% de participación.
Durante el 2019, las exportaciones al país ibérico alcanzaron 10.930 toneladas por US$31.4 millones.
En comparación con el año previo, los envíos crecieron 14% en volumen y 9% en valor.
El Perú se mantuvo como el principal proveedor de espárrago del mercado español, con 80% de participación, y un precio de US$2.87, 9% más alto que el mexicano.
De igual manera, en el top tres y cuatro lo completan los Países Bajos y el Reino Unido, con 7% de participación para cada uno.
En ambos países las exportaciones cayeron 4% en volumen durante el último año.
En el caso del mercado neerlandés, el precio de la hortaliza peruana fue de US$3.98, un retroceso de 2% en comparación con el 2018, mientras que en el país británico se obtuvieron precios de US$4.26, 4% menos que en el 2018.
EMPRESAS DEJAN DE EXPORTAR ESPÁRRAGOS
Fresh Fruit también alertó en su informe que, en los últimos años, muchas empresas han dejado de exportarlo o no tienen regularidad en sus despachos.
Según estimaciones, solo en el 2019, 30 empresas de un total de 88, dejaron de exportar esta hortaliza.
En el 2017 y 2018, el porcentaje de empresas que salió del mercado fue de 32% y 25%, respectivamente. No obstante, esta tendencia viene desde hace muchos años atrás.
Por ejemplo, en 2016 Camposol se convirtió en la primera empresa en anunciar su salida del negocio de espárragos para apostar por uno de mayor rentabilidad: el arándano.
Lo mismo pasó en 2017 con Coexa. La pionera del sector también optó por retirarse, pues sus plantas esparragueras empezaron a envejecer y fue difícil remplazarlas.
Al poco tiempo, otros grandes jugadores siguieron el mismo camino.
Hace diez años, el 88% de los despachos efectuados por La Libertad correspondía espárragos, sin embargo, en el 2019 representaron apenas 12%, según el análisis de Fresh Fruit.
“Nosotros somos una de las pocas empresas grandes que se mantienen en el mercado. No nos hemos retirado del negocio porque la demanda se mantiene estable. Sin embargo, el espárrago se ha vuelto un producto de pequeños agricultores, y eso ha traído desorden y algunos problemas de competitividad a la industria”, señaló Lionel Arce, gerente general de Complejo Agroindustrial Beta.
EL PROBLEMA: LAS EXIGENCIAS DE CALIDAD
Los problemas a los que se refiere Arce tienen que ver con las mayores exigencias de calidad (certificaciones) y los nuevos requisitos fitosanitarios impuestos por Estados Unidos, el principal mercado.
Según Carlos Zamorano, director ejecutivo del Instituto Peruano del Espárrago y Hortalizas (IPEH), la obligación de fumigar con bromuro de metilo los espárragos peruanos cuando arriban a sus puertos, les ha pasado factura y restado competitividad porque han tenido que asumir un costo adicional, que además afecta la calidad del producto.
Zamorano dice que el único camino para que el sector recobre el brillo es que el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) trabaje en la formalización del sector y certifique los campos.
“Con ello, los mercados importadores del espárrago peruano tendrán la confianza de que el producto tiene mayores controles y poca prevalencia de plagas”, anotó.