La cadena de comida rápida, McDonald’s, abrió su primer restaurante en el Vaticano, pese a las críticas e indignación de los religiosos y residentes que se mostraron en contra de la apertura del nuevo establecimiento.
El local se encuentra ubicado en la calle Borgo Pío, en un edificio de los Estados Pontificios, propiedad que es manejada por Apsa la agencia de la Santa Sede que administra sus inmuebles, el cual alquiló el espacio a la marca estadounidense.
El nuevo restaurante cuenta con 538 metros cuadrados y está a pocos metros de la Plaza de San Pedro.
Tras la polémica que se instaló meses atrás cuando McDonald’s obtuvo la aprobación para llevar adelante la apertura de su sede, no faltaron las voces de protestas de algunos cardenales y residentes del Vaticano.
Según aseguran los críticos, “el Vaticano habría preferido que allí se abriese un centro social en lugar de una hamburguesería. Sin embargo, Apsa no atendió a esa reclamo”.
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Asimismo, Moreno Prosperi, presidente del Comité por la Salvaguarda de Borgo Pío, señaló la preocupación que sienten los vecinos, pues “no esperaban que el Apsa alquilara el local para un negocio de fast food que está muy distante de los valores que promueve el Papa Francisco”.
Como se sabe, son siete los cardenales que viven en los pisos superiores de la propiedad, quienes rechazaron la idea de abrir el establecimiento de McDonald’s, entre ellos está Gianfranco Ravasi, Giuseppe Versaldi, Gilberto Agustoni, Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, Dario Castrillon Hoyos y Manuel Monteiro de Castro.
El nuevo local y apodado “McVaticano” pagaría por alquiler US$30 mil dólares al mes.
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