El terremoto y el tsunami ocurrido en Japón el pasado viernes dejan un panorama devastador para las empresas en ese país. Las automotrices y las firmas de electrónica estuvieron entre las más afectadas.
Toyota Motor Co anunció que suspenderá la producción en todas sus plantas domésticas de autos hasta el 16 de marzo, reduciendo la producción en al menos 40,000 vehículos. Con ello, sus acciones perdieron casi un 8 por ciento. Por su parte, su rival Honda afirmó que sus plantas japonesas seguirían cerradas hasta el 20 de marzo. Mientras que Nissan cerró sus cuatro plantas de ensamblaje en Japón y sus acciones cayeron un 9.5 por ciento.
El impacto en las ganancias de un día de paralización sería de alrededor de 6,000 millones de yenes (73.3 millones de dólares) para Toyota y de 2,000 millones de yenes para Honda y Nissan, según Goldman Sachs.
Si bien el norte del país está relativamente poco poblado y menos industrializado que las áreas del centro y del oeste, es un foco importante de generación de energía nuclear.
“En este punto, es absolutamente incierto cómo el corte de energía afectará la producción y negocios de las industrias”, dijo Matsuno.