Topy Top abrió en forma silenciosa su primera oficina comercial en Brasil, en enero pasado, en la ciudad de Sao Paulo. Según Estevan Daneliuc, director de la compañía, su objetivo es atender a las grandes firmas brasileñas y conocer de cerca el mercado, para que en un futuro no lejano puedan ingresar con su brazo comercial en ese país. “Esa es una buena manera de ir conociendo al consumidor”, recalca.
El ejecutivo comentó además, que a pesar de que la crisis amenaza su recuperación, EE.UU. continúa siendo una plaza atractiva para los confeccionistas, por lo que seguirán apostando por ese mercado. “Si todo va bien, nuestras ventas en el exterior se mantendrán en US$100 millones”, dice. Sien embargo advierte que la reevaluación del sol y los cambios en el régimen laboral puede ponerlos en jaque. “Si no hacen nada, muchas empresas quedarán fuera”.