Los consumidores en América Latina y el Caribe están eligiendo los pagos sin contacto por sus claros beneficios: evitan tocar superficies, son rápidos, convenientes y seguros. Debido a la pandemia, muchos clientes ahora prefieren utilizar métodos sin contacto para evitar contagios.
En este contexto, Visa anunció un nuevo hito para sus soluciones digitales en América Latina y el Caribe: desde junio del 2021 la compañía ha alcanzado el 25% de adopción de la tecnología sin contacto en la región, lo que significa que una de cada cuatro transacciones presenciales ya se realiza con la tecnología de pagos sin contacto.
Además, ya son 5 países que superan el umbral de adopción del 50%: Chile, Costa Rica, Panamá, Guatemala y Bermudas. En el caso de Perú y Colombia, estos países les siguen con más del 40% de penetración de tecnología sin contacto.
Ricardo Tafur, vicepresidente de Productos de Consumo de Visa América Latina y el Caribe, mencionó que Visa se ha embarcado en este proceso de transformación hacia la tecnología sin contacto hace unos años en 2018, porque creen que esta tecnología sería un catalizador para la próxima generación de pagos en la región.
“La pandemia ciertamente provocó una aceleración de nuestros esfuerzos, que ya estaban en marcha, y de junio del 2019 a junio del 2021 pasamos del 4% al 25% de penetración de pagos sin contacto en el total de pagos realizados en persona en nuestra región; todos en Visa nos sentimos orgullosos de este logro”, añadió.
Existen varias razones por las que los consumidores prefieren la tecnología sin contacto como la rapidez o conveniencia. Sin embargo, además de estos factores, hay que considerar que las tarjetas sin contacto son seguras y ayudan a tener una protección contra los fraudes.
Usando la misma tecnología segura que el Chip EMV®, las tarjetas sin contacto son sumamente eficaces en prevenir el fraude por falsificación al utilizar un código de un solo uso que evita que si hubiera datos comprometidos puedan ser usados de nuevo para cometer fraude.
En este sentido, la tokenización se está convirtiendo en una de las formas más eficaces de evitar el fraude y permitir experiencias de pago digital más seguras y fáciles. Esta tecnología invisible sustituye los datos sensibles de la cuenta de una tarjeta por un identificador digital, o “token”, ya que los tokens ofrecen más protección contra los estafadores. Así pues, tanto si un consumidor paga con una tarjeta sin contacto, una billetera digital o un wearable, las capas de seguridad de Visa protegen la transacción subyacente en todo momento.
La compañía finalmente, recalcó que seguirá trabajando para promover la adopción de los pagos sin contacto en la región, especialmente en sectores nuevos.