A los gigantes del retail Walmart, SMU y Cencosud les llegó la noche. Estas firmas operadoras de cadenas de supermercados en Chile podrían pagar una fuerte multa por US$22 millones debido a que son acusados por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de haberse coludido a fijar precios por intermedio de sus proveedores, un precio mínimo de venta del pollo, al menos entre el 2008 al 2011, restringiendo la competencia en este mercado.
El requerimiento fue presentado ayer por la tarde ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia por el Fiscal Nacional Económico (S), Mario Ybar Abad, y solicitan multas por cerca de US$ 22 millones para cada empresa, publicó en su portal www.elmostrador.cl
En su acusación, la FNE plantea que las cadenas “adhirieron conscientemente a un esquema común que sustituyó los riesgos de la competencia por una cooperación práctica entre ellas”, con el objetivo de “regularizar el mercado” y “evitar guerras de precios”.
Según la Fiscalía, el cartel involucra a los supermercados Jumbo, Santa Isabel, Unimarc, Bigger, Mayorista 10, Maxi Ahorro, Alvi, Lider, Lider Express, A Cuenta y Ekono, entre otros. Sin embargo, la cadena de supermercados Tottus, del grupo Solari, también fue indagada, pero la FNE no encontró antecedentes que la vincularan con el cartel.
LEE TAMBIÉN: Indecopi procesará a dueños de Elite y Suave por concertación de precios en papel higiénico
¿CÓMO SE DESCUBRIÓ LA COLUSIÓN ENTRE RETAILERS?
El acuerdo de precios se concretó entre 2008 y 2011. La investigación derivó del sonado caso pollos, donde se sancionó a Agrosuper, Ariztía, Don Pollo y la Asociación de Productores Avícolas de Chile de coordinarse para establecer cuotas de producción.
A partir de los indicios detectados en esas pesquisas, el 14 de diciembre de 2011 se llevó a cabo la entrada, registro e incautación en dependencias de los actores de la industria supermercadista.
En esa diligencia fue posible recopilar diversos antecedentes (contenidos en equipos computacionales y respaldos de correos electrónicos) que dan cuenta de los contactos sostenidos entre ejecutivos de las cadenas de supermercados y de las empresas proveedoras de pollos.
La FNE señaló en su requerimiento que el acuerdo confirió a las cadenas poder de mercado suficiente para garantizar un precio mínimo de venta para la carne de pollo fresca en todo el mercado chileno.
Esto se refleja en que las tres requeridas, en conjunto, alcanzaron en 2011 el 91,2% de participación en las ventas de pollo fresco en el canal supermercadista. Esta categoría, representó entre 2010 y 2011 alrededor de 10% de las ventas de productos “Food” de este canal.
COMPETENCIA DESLEAL
En su presentación, la FNE destacó también que a través de la conducta señalada, los supermercados tendieron a restringir la competencia por precios entre cadenas, pues lograron disminuir la incertidumbre sobre el comportamiento estratégico y competitivo de las firmas rivales.
Lo anterior cobra especial importancia en la categoría que fue objeto del acuerdo, pues se trata de un producto de alta sensibilidad y recordación, con una considerable capacidad para generar tráfico en los locales.