El primer estudio global sobre wearables de Kantar Worldpanel ComTech revela que un 12% de los estadounidenses posee una pulsera de fitness o un reloj inteligente (smartwatch), casi el doble que en los principales mercados europeos donde la penetración de estos dispositivos ponibles se sitúa en el 6,6%.
Además, desde 2014, la tasa de adopción de los llamados wearables ha ido del 21 por ciento al 49 por ciento, de acuerdo con una encuesta desarrollada por la firma de servicios de negocios PricewaterhouseCoopers.
Actualmente, las pulseras de fitness dominan el mercado de las tecnologías ponibles en Estados Unidos, con tres de los cuatro dispositivos wearables en esta categoría.
En ambos casos la marca, la facilidad de uso y la funcionalidad son los principales motivos que dan los consumidores para decidir su compra.
La marca Fitbit es la marca líder en el segmento de wearables en Estados Unidos con una cuota de mercado del 62%. Apple, por su parte, alcanza casi el 7% de las ventas.
En Europa los smartwatches suponen el 55% de los dispositivos, una cifra bastante superior al 23% de Estados Unidos. Respecto a las marcas más demandadas de wearables, Fitbit es la más elegida llegando al 18% de cuota de mercado, pero Apple y Samsung le siguen de cerca con un 14% y casi un 12%, respectivamente.
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En USA, la batalla de los relojes inteligentes contra los tradicionales se intensifica un 39%, de todos los smartwatches comprados se adquieren para reemplazar un reloj, aumentando a casi el 50% entre aquellos que eligen Apple y el 41% de los que eligen Samsung. Entre los países europeos, Reino Unido es el que más se parece a Estados Unidos al reflejar una ligera mayoría de gente interesada en las pulseras de fitness (54%) frente a los smartwatches (46%).
“Esperábamos que la adopción fuera mucho más rápida de lo que está siendo (…) incluso con Apple dentro del mercado actuando de impulsor de la categoría”, sostuvo Rick Osterloh, anterior CEO de Motorola, quien apostó muy fuerte por los smartwatches desde el inicio.
A finales del año pasado, las investigaciones de Kantar demostraban que el público en general no tiene mucha idea de qué hacen los dispositivos. Un 52% de los estadounidenses no conseguía explicar qué eran o para qué servían. Preocupante sobre todo porque quizá sea el país más sometido a anuncios constantes de Apple Watch, Fitbit y Samsung Gear, los tres principales contendientes.
Por ello, durante el 2014, solo el 10% de las personas creía que si usaba wearables podía interactuar más con otros usuarios y hasta lo que va del 2016 ese porcentaje pasó a ser aproximadamente un 33 por ciento.
Los wearables están en un primer estadio de un mercado inmaduro que necesita un recorrido para ser realmente rentable para el retail. Y es ahí, en el futuro, donde se esperan muchas aplicaciones, herramientas y dispositivos que ayudarán a mejorar la experiencia de compra, dar más valor y mejorar los procesos.
Mientras tanto es importante conocer las posibilidades que dan los actuales wearables y estar preparados para adaptarse a lo que está por venir en breve.