La calificadora de riesgo internacional Moody’s ha cambiado la perspectiva de estable a negativa de las calificaciones de emisor a largo plazo Baa1 en moneda extranjera y local del Gobierno de Perú.
Los cambios de perspectiva se deben a que la calificadora observa riesgos sociales y políticos que aumentan los retos para mantener la gobernabilidad, la eficacia de las políticas y la solidez económica.
La afirmación de la calificación Baa1 refleja que la solvencia soberana sigue estando anclada en la solidez del balance del gobierno y en la expectativa de Moody’s de que las instituciones y las políticas generales de Perú resultarán eficaces en el futuro para contener la erosión de las presiones procedentes del entorno sociopolítico.
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La calificadora agregó que los límites máximos en moneda local y extranjera de Perú se mantienen sin cambios en Aa3.
La diferencia de cuatro niveles entre el techo en moneda local y la calificación soberana se mantiene, lo que refleja la falta de brecha entre el techo en moneda local y la ausencia de restricciones de balanza de pagos, controles de capital, controles de cambio y restricciones en moneda extranjera o local.
Fundamentos de la calificación
La calificadora Moody´s detalló los fundamentos que fueron determinantes para tomar la decisión:
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El malestar social tras la destitución del expresidente Pedro Castillo, junto con los riesgos políticos asociados, amenazan con debilitar la fortaleza de Perú.
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Las persistentes perturbaciones políticas y sociales pueden erosionar aún más la inversión, con consecuencias negativas para la fortaleza económica.
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Los enfrentamientos sociales recurrentes, que denotan una incapacidad para abordar el descontento social, corren el riesgo de socavar la gobernabilidad al absorber una importante capacidad ejecutiva.
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Además, socavar aún más la credibilidad del poder legislativo, potencialmente más allá del actual gobierno de transición.
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Este entorno puede limitar la capacidad de adoptar reformas que mejoren el clima de inversión y abordar eficazmente los retos estructurales de Perú.
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Los conflictos sociales recurrentes pueden conducir a un deterioro gradual de la solidez institucional y dar lugar a sucesivos gobiernos con mandatos débiles y menor capacidad para preservar la estabilidad.
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Con una capacidad reducida para preservar la continuidad de las políticas y un enfoque a mediano plazo para la formulación de políticas.
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Por último, Moody´s refirió que, pese a que la confianza empresarial repuntó tras la destitución de Pedro Castillo como presidente en diciembre, el malestar social y la incertidumbre sobre el resultado de las próximas elecciones generales pueden lastrar de forma duradera la economía, socavar la confianza de los inversores y afectar la actividad económica.