El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), reajustó a la baja el crecimiento de la economía peruana para el 2023. Su proyección cae de 2,4% a 2%, tomando en cuenta los dos primeros meses del año, en los que se registró una caída del Producto Bruto Interno (PBI) causada por los conflictos sociales y los fenómenos naturales.
Las perspectivas del mes de marzo también son negativas debido el impacto del ciclón Yaku en la zona norte del país que aporta alrededor del 17% del PBI, a pesar de los frutos reactivadores de la Semana Santa que se reflejarán recién en abril.
¿Qué se espera para los sectores económicos en 2023?
El crecimiento de 2% proyectado por el IEDEP se apoya en la recuperación del sector Minería e Hidrocarburos (5,7%), rubro que aportó el 11% del PBI del 2022 y cuyo desempeño es siempre amenazado por conflictos sociales.
Además, se estima una débil expansión del sector terciario en Servicios (2,3%) y Comercio (2,2%). En el primer caso, se debe tener en cuenta el desempeño negativo en los dos primeros meses del año de los sectores Telecomunicaciones, Financiero y Seguros. Ello, como resultado de la vuelta a la normalidad de las actividades laborales y educativas, las que han disminuido la virtualidad, y al cese de los programas de apoyo financiero gubernamentales.
En tanto, el rubro Alojamiento y Restaurantes (turismo) no consolida su recuperación postpandemia por los problemas sociales en el interior del país y los fenómenos naturales.
Por su parte, el sector Comercio, que en el 2022 aportó el 10,5% del PBI, es afectado por el alza de la tasa de interés y la menor confianza del consumidor, lo que limita las perspectivas del sector. De esta manera, las proyecciones de ventas del Comercio al por menor, al por mayor y automotor, se ubican por debajo del 5% mensual en el resto del año.
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Después de la crisis del 2020, el rebote estadístico de la Manufactura y Construcción en el 2021 llegó a 17,7% y 35,5%, respectivamente. Luego de ello, el desempeño de ambos sectores fue de poco aporte al crecimiento.
En el caso de la Manufactura, su crecimiento en el 2022 versus el 2021 fue de 1%, y para el 2023, se proyecta en 1,6%. A su vez, la Construcción, que en el 2022 con respecto al 2021 creció 3%, en los dos primeros meses del 2023 versus enero – febrero 2022, cayó más del 10% y en el año apenas crecería 1,4%. Hay que recordar que ambos sectores son afectados por el alza en la tasa de referencia para el control de la inflación que ha encarecido el costo del crédito.
Siguiendo el reporte de Latin Focus de marzo pasado, Perú seria la sexta economía con mayor crecimiento en la región, solo superando a Colombia (1,2%), Brasil (0,9%), Argentina (-0,5%) y Chile (-0,8%).
En lo que se refiere al resto de actividades extractivas, el sector Agropecuario se redujo su proyección para el 2023 de 2,1% a 1,9%, tomando en cuenta la caída de su PBI en febrero (-1,1%), resultado que también se mantendría en marzo. Del mismo modo se reajustó el crecimiento del sector Pesca de 9,2% a 6,4%.
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La demanda interna privada está compuesta por el consumo privado de los hogares y la inversión privada de las empresas. En el 2022 cada uno representó el 65,4% y el 20,4% del PBI, respectivamente. Por su tamaño, son un determinante clave del nivel que producción que alcanzará un país.
La proyección para el 2023 del IEDEP se ha reajustado a la baja, del 2,2% a 1,9% y claramente por debajo del 2,3% registrado en el 2022. Las causas son las mismas que explicaban la anterior proyección, menores excedentes de ahorro privado, deterioro en la capacidad de consumo y restricciones para cumplir los planes de inversión por el estancamiento de la confianza empresarial.
Durante el 2022, el consumo privado se desaceleró sostenidamente con un crecimiento en el primer trimestre de 4,8% y terminando el año con 2,3% en el cuarto trimestre. La inflación registrada en el 2021 (6,4%), 2022 (8,5%) y en lo que va del primer trimestre del presente (1,8%) viene afectando el poder adquisitivo de los hogares, sumándose la desaceleración en la creación de puestos de trabajo formales en el final del 2022.
Todo esto suma para que en el 2023, el consumo privado apenas alcance una expansión de 2,8%, la tercera tasa más baja en los últimos veinte años.
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En tanto, la inversión privada proyectada para el 2023 tendría un crecimiento nulo con respecto al 2022. Por su parte, la inversión pública crecería 1,5%, impulsada por la inversión del gobierno nacional y a pesar del retroceso en la inversión regional y local por el proceso de aprendizaje en el que se encuentran al ser nuevas autoridades.
“Esta proyección podría mejorar supeditada a una implementación exitosa del plan Con Punche Perú en el sentido de que en este se logren mejores resultados por la asistencia técnica contemplada en materia de inversión, presupuesto y compras públicas”, sostiene el IEDEP.
Perspectiva general de la economía peruana para 2023
“Finalmente, un crecimiento de 2% para el 2023 es ciertamente bajo, pero hay factores que podrían contribuir a mejorar esta performance”. El entorno internacional se muestra favorable para una reducción de la inflación tomando en cuenta la caída por 12 meses consecutivos en el índice de precios de alimentos de la FAO. En la misma dirección se proyecta un precio del petróleo estable hasta fin de año.
Asimismo, el crecimiento de 4,5% de China durante el primer trimestre del año versus el mismo período del año anterior, es una señal positiva de lo que se debe esperar para el resto del 2023 en materia de exportaciones.
En ese sentido el BCRP podría bajar la tasa de referencia a partir del segundo semestre tomando en cuenta que los factores internacionales que presionaban la inflación al alza vienen desapareciendo. Una vez que se consolide la reducción de la inflación y las expectativas inflacionarias, la menor tasa de referencia disminuiría el costo del crédito para así impulsar tanto el consumo como la inversión privada en la economía peruana.